Relación entre descanso y salud: duerme mal y vivirás mal

Cuidamos nuestra alimentación, hacemos deporte y procuramos llevar un estilo de vida saludable, pero ¿y nuestro descanso?
¿Le damos la importancia que se merece?

Un estilo de vida saludable debería estar apoyado en un descanso reparador que va aportarnos beneficios para nuestra salud y mejorará nuestra calidad de vida.

Algunos de los beneficios que aporta un buen descanso:

• Reduce el Estrés: El descanso es lo más natural para descargar tensiones
• Fortalece tu cuerpo y la capacidad de luchar contra posibles infecciones
• El descanso normaliza nuestra presión, y influye directamente en nuestro sistema inmunitario
• Un buen descanso ayuda a controlar los problemas de peso corporal

El tema del peso corporal es muy espinoso y relativo, por lo que toca ser precavidos. No es que vayamos a adelgazar por dormir más, pero hay malos hábitos que pueden hacer que nuestro metabolismo no trabaje correctamente. Hay cosas que son muy lógicas, repasemos este sencillo ejemplo de lo más cotidiano, tal vez te veas haciendo esto demasiado a menudo:

Llegas un poco de bajón del trabajo, el día ha sido denso y sin logros evidentes.
Como has salido un pelín tarde por aquél dichoso informe ya has perdido la hora buena para ir al gimnasio, por lo que tiras directamente a casa.
Como recompensa por un día bien luchado decides hacerte una tortilla con ensalada, pero con la nevera abierta ves la tentación en forma de hamburguesa, cheddar y varias salsas... Ya casi la estás saboreando...
Tienes 5 minutos para hacerte la cena antes de que empiece tu serie favorita: será el bocata :)
En el último momento has decidido muy sabiamente no añadirle beicon, ¡bien!
No eres de comer con refrescos, pero desde luego no es noche de agua: tenías una lata de cerveza en el fondo de la nevera ¿no? No te olvides la mostaza de Dijon.
Y comienza el capítulo, no se sabe si eres fan del demogorgon, los zombis, el trono de hierro o te van las de forenses y polis, pero pasa alegremente 1 hora y mientras te lamentas de que ya termina el episodio ¡bola extra! Como si tu televisor supiera que has tenido un día chungo, va y te regala la vista con 2 episodios seguidos.
Bueno, qué bien sienta echarse a lo Calígula en la chaise longe de tu cómodo sofá.
Ahora a la cama, que mañana hay que levantarse... 

Vamos a releer esta situación de lo más común en clave crítica:

1. Los estados de bajo ánimo afectan directamente a los circuitos de recompensa, que se ponen en marcha para "darte un poco de cancha".
   Entre otras cosas, se te abre el apetito.
2. Has dejado el estómago vacío demasiado rato, te ha bajado la glucosa y tu cerebro y músculos te piden azúcar (¿notas ese frío inexplicable?).
   Tu cerebro rehuye pensar siquiera en hacer ejercicio.
   Sin embargo, hacer un ejercicio de cierta intensidad provoca 3 cosas que te hubieran ayudado a dormir: cansancio muscular y endorfinas, además del relax extra de una ducha caliente. Todo ello es recompensa, por lo que tu pobre cerebro no cederá fácilmente a otras tentaciones, está super happy con su neuroquímica natural.
3. En vez de cenar ligero y equilibrado (recuerda que "es tarde") el circuito de recompensa exige un tributo de carne: en ese momento no puedes pensar más que en azúcares y grasas, ¡es normal!
   Una buena hamburguesa de vez en cuando no es problema y no tiene porqué ser indigesta ni desaconsejable para todos los casos, pero si añades ketchup, salsa barbacoa, queso graso en cantidad, cebolla frita y algún extra como huevo frito o beicon esto ya es algo serio.
4. Sí, sabemos que te has ahorrado el beicon, pero has tostado un pan de harinas refinadas que además lleva grasa de palma: no son solamente las calorías, también su calidad (¡salud cardiovascular!)
5. La cerveza no es mala siempre, pero recuerda que el alcohol te deshidrata y además es diurético, por lo que sumado a esa cena-homenaje vas a tener mucha sed y ganas de orinar
6. El rato que pasas tirad@ en el sofá no estás quemando apenas calorías, y como se te ha alargado la sesión de TV le das tiempo a tu cuerpo a pedir más líquidos (hidratación) y probablemente algo dulce, un postre bueno o algo de picar.
7. Finalmente te das cuenta de que son las 00:30h y que mañana (¡que ya es hooooy!) te levantas a las 7. Rápidamente a la cama pero a las 03:47h te despiertas porque tienes que ir al baño a orinar.

¿Cómo nos deja esto?

Pues con el ciclo de sueño interrumpido y que tengas la suerte que no te desveles, porque como comiences a prestar atención a los ruidos de la calle o a conversaciones vecinales ya sí que se acabó.

Así que suena el despertador y te levantas un poquito irritad@ porque querías quedarte más en la cama.
Vas al curro y no tiras lo que querrías...
Si no terminas tus cosas y vuelves a quedarte "un rato" tienes muchos números de entrar en un círculo vicioso que puede durar más o menos según persona. 

Además la falta de descanso reparador es la base para otros problemas de salud, tanto psíquicos como la ansiedad, apatía o desánimo crónico, depresión y otros como físicos: uno bien típico ya ha sido mencionado indirectamente, te daremos una pista: comienza por "C" y acaba por "OLESTEROL".

Hay que tener en cuenta que lo importante no es dormir en sí, sino que ese descanso sea reparador. 

Mejora tu calidad de vida, procúrate un descanso sano